María González, una joven agricultora de 32 años, ha conseguido transformar la antigua finca de su familia en un modelo de producción ecológica y autosuficiencia energética en el corazón de La Rioja.
Su proyecto incluye cultivos de secano adaptados al clima, uso de compostaje propio, riego por goteo alimentado con energía solar y venta directa de productos frescos a través de una red de consumo local.
“Mi objetivo era demostrar que se puede vivir del campo sin destruirlo. Hoy producimos alimentos sanos, respetamos el entorno y generamos empleo rural digno”, explica María.
La finca ha recibido recientemente el reconocimiento de varias organizaciones ecologistas y ha sido visitada por estudiantes y técnicos agrícolas interesados en replicar el modelo.
María también imparte talleres en escuelas rurales y participa en plataformas de defensa del territorio frente a proyectos extractivos.


